Hace un par de lustros, mi Padre se le había metido la idea en la cabeza de comprar un eliminador y conectar un viejo autoestéreo que había en la casa. El autoestéreo se le había comprado a un topaz modelo 84 creo. No estoy seguro del modelo pero ese auto ya estaba en esta casa cuando sucedió el terremoto del 85. Dicho auto también nos acompaño en la toma de posesión de carlos salinas y en el encarcelamiento de la quina. Vio la caída del muro de Berlín entre muchas otras cosas. Los que deberían de platicar sus aventuras sobre ese bólido rojo son mis hermanos ya que ellos si lo conducían. Yo apenas tenia unas escasas primaveras. Después de buscar el eliminador adecuado y encontrar las bocinas que estaban perdidas mi hermano lo llevo a conectar. Se lo trajo a mi Padre y este al ver todo el cablerio se desanimó. Lo uso un par de veces y ya. Resulto que una de las bocinas ni servia y la otra estaba reventada. Anduvo durante meses y años, de arriba a abajo, de clóset en clóset, cual tiliche viejo vagaba por toda la casa. Ahí andaban el eliminador, el estéreo y las bocinas cuchas. Hasta que el otro día (ayer, aunque antier se me ocurrió). Que lo conecto y que prende. En la bocina reventada se oían unos ruidos que se asemejaban a la voz de algún locutor. En ese momento pensé que peor es nada. Por lo que trate de arreglar la bocina que no funcionaba y pues quedo igual. Recordé que en mi cuarto había unas bocinas arrumbadas de un estéreo que dejo de furular. Pues que se las conecto y que se oye rebien. Aunque le faltaba la antena. Descubrí donde se conecta la antena y le inserte un pedazo de cable de cobre y que empieza a recibir de manera muy clara la voz del locutor. Resulto ser Miguel Solís que ahora está en una estación de rock en español en AM. Al día siguiente me encontré un viejo casete que usaba para conectar mi disc-man a los radiocasetes y que lo meto. Pues todo valió madres porque el botón de expulsar no furula. Me tarde casi hora y media para poder sacar el casete el cual dejo de funcionar por completo tras su remoción. Pero en ese momento por inspiración divina me acordé que tengo un iTrip para conectar mi ipode a los radios mediante ondas hertzianas. El cual furula a la perfección y le manda una señal muy nítida al estéreo, ademas funciona de control remoto.
La moraleja es que sin invertir un solo céntimo en esta odisea he logrado hacer funcionar 3 objetos que estorbaban en algo que enriquece mi vida cotidiana (al menos por ahora). Grandes gustos están a nuestro alcance y aveces no los alcanzamos ni a divisar. El costo real de la odisea es el tiempo y el espacio que usaron los cachivaches.
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