Calambrón
Pésima ortografía y miedo al coco. Este blog exige un esfuerzo extra pa poder entenderlo, porque a veces ni yo lo entiendo. Escribo mal y lo publico. Estoy en contra de la corrección premeditada, si a la corrección casual. Que pinche hábito ni que fuera Orwell, goeei "La hierba es mortal; Los hombres son mortales; Los hombres son hierba".
9/01/2009
Marqués de Sade (II)
Mientras en México, nuestros políticos glorificados en una partidocracia omnipotente tratan de ganar votos como coladeras que recogen riachuelos de lluvia. Hace un par de siglos un pervertido analizaba la pena de muerte. Viendo la solidez de los argumentos que emplean los partidos que están a favor de restaurar le pena de muerte. Pues no les discutiría, con mayor arma que las ideas que el Marqués de Sade expone en un capítulo intermedio de “La filosofía en el tocador”. El llamado “Français, encore un effort si vous voulez être républicains” (Franceses, un esfuerzo más si queréis ser republicanos, hay que ser pedantes cuando se puede).

Tiene más de dos siglos que lo escribió y aun así les pone en la madre a muchos pensamientos actuales de mi gente. De verdad, cuando veo que alguien hace un reputero de años pensaba de tal manera. Siento que mi pueblo sigue en la edad media. Entiendo que hay ignorancia en muchas partes de los EUM (Estados Unidos Mexicanos) por las fuertes carencias en las que obligamos a vivir a muchos compatriotas. Pero de verdad conozco a muchas y de verdad muchas personas que tienen esas telarañas por gusto, miedo y comodidad. Por que es mas fácil y menos doloroso decir que algunas cosas no las entienden pero que las creen, por la fe. Ante la situación anterior propongo cambiar al menos en todos los textos posibles la palabra fe por ignorancia. Bueno por respeto que se use una I. Una I mayúscula cuando se use la acepción de ignorancia en vez de la palabra fe.

La primera vez que de verdad tuve la intención de leer algo del Marqués. Debo aceptar que fue provocada por algo de morbo. Pero me he llevado unas gratas y agradables sorpresas, que aquel degenerado no solo escribía cuentos vaqueros. Sino que además le ponía ideas. Si ideas que nada mas por el tiempo que llevan en papel podrían ser consideradas arcaicas. Algunos se rasgaran las vestiduras diciendo que las ideas no pierden vigencia. A ellos les diría que la próxima vez que tengan fiebre se traten según las descripciones de los manuales médicos de la época del Marqués. Al fin y al cabo era la idea que tenia algún medico de curar a sus pacientes. Ya no se ni a hacia donde iba. En conclusión, recomiendo ampliamente los escritos del Marqués.

La filosofía en el tocador

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