Hoy iba yo muy campante chafireteandole, como siempre, por calzada de Tlalpan, como a la una de la tarde y en eso que veo que empieza a generarse un tumulto de automóviles. Pues era una pinche peregrinación de güeyes en sus birulas, escoltados por varios coches, una patrulla y hasta un camión. Lo indignante es que iban en el segundo carril de la calzada, contando del centro hacia la banqueta. Hubieran causado menos problemas yendo de perdis en el de alta, ni se diga que fueran en el de baja, como dios manda, que vayan las peregrinaciones de güeyes en birula.
Porque chingados no usan vías alternas. Próximamente vamos a ver los letreros de señalización de las vías rápidas, “Estimado automovilista, utilice vías alternas, Peregrinación en proceso”. No tengo nada en contra de las peregrinaciones que sean de las 23:00 a las 5:00 horas, o que vayan en las banquetas. Pero por más devotos que sean, que no mamen y respeten mi derecho al libre transito sin tener que esquivar peregrinaciones, ni marchas, ni plantones. Porque para mi mala suerte me toco ir por Chabelita la caótica, perdón la católica y estaba cerrada por lo que parecía el desalojo de un inmueble, por granaderos.
Pinche ciuda rehén de peregrinaciones y granaderos. Todos los que obstruyan el libre flujo vehiculas que chiflen a su retiznada paridora.