Estos son unos pollos coquetos.
Se puede apreciar el gallo tratando, aún después de ser desplumado de convencer a la gallinita ciega, de que se las done.
Ahí se ve, como le esta dice y dice: "Mi plumifera reina, presta pa' la orquesta".
Lastima que les llegó su turno en el cuarto bronceador, y después van a ser tasajeados como el dios manda.
Las papas de atrás, nomás están de metiches, dandole cuerda a su voyeurismo. Mientras los ajos vitorean el ímpetu del gallo sin plumas, que espera premio.