Hoy por después de años y años de querer, por fin pude pintar algo con el compresor y su aditamento especializado para tales tareas. Fue emocionante cuando por fin logre hacer que saliera pintura. Porque en ocasiones pasadas que me había aventurado en tal empresa, había tenido experiencias de lo más frustrantes. El secreto que no me había sido rebelado por los arcanos menores, es que hay que rebajar la pintura con thinner. Ese insignificante pero lógico truquillo es más que esencial para poder obtener un fluido atomizado de tinturas que se añaden a superficies vírgenes y sedientas de color. Todo eso me costo como 90 minutos de destapar todos los orificios habidos y por haber en el accesorio destinado a escupir pequeñas esferas de pintura. Porque la ultima vez que fue usada en un enojo nada mas la aventé sin limpiarla por competo. En la aventura, acabe por pintar la mesita pizpireta, el pasto, mis manos, se-te-cientas hojas de periódico y hasta creo que a un pato. Por fin supere un trauma. Próximo objetivo será que todos los jaguares que vea los pinte de color lila. Que solo haya jaguares color lila (Jaguar el auto no el animal, pinches inhumanos los que quieran pintar intencionalmente algún animal).
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