Todo eso para llegar a decir que aquí ya no hay discriminación. Que cualquier persona puede entrar a cualquier antro que su cartera le permita. Ni crea que los precios tan elevados de algunos establecimientos, es una política de discriminación económica.
En esta ciudad donde hay un trato equitativo para todos en todas partes, como en el super o la comer, en el MP, en los corralones. Aquí donde no importa tu color de piel ni tu grosor de cartera. Donde si eres tartamudo o dramaturgo recibes el mismo trato.
Pues han querido poner una monumento en recuerdo a cuando se discriminaba. Que es este.
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