Después fui a entregar una mercancía en el corazón de Azcapotzalco, bueno ni tanto por la UAM Azcapotzalco. Pero las indicaciones eran confusas, para un no nativo de la zona. Por lo cual dure perdido como hora y media en Azcapotzalco y Tlanepanlta. Pos están cerca una de la otra que culpa tengo yo de eso. Cuando estaba entregando, vi como entrevistaban a jóvenes candidatos, que querían trabajar en la empresa. Pero era una entrevista, en la que el entrevistador tenía un cuestionario ya hecho, era más como una encuesta más que una entrevista de trabajo. Pero en eso que me preguntan con asombro que si yo iba a que me entrevistaran. Los jóvenes contendientes, estaban todos acicalados y de tacuche. Yo iba con mis mejores ropas para cargar cajas. Como si cambiaran mucho las que uso para cargar cajas y las que uso en las entrevistas de trabajo.
Ya cumplida esa misión, fui a entregar mas merca y mientras yo descargaba la camiona, recibí valiosos consejos de auto superación de un policía preventivo del Edomex.
Habiendo salteado esos disfortunios y de regreso hacia la base, un cerdo conductor de un pecerdo cuya matricula es 0011836, que me corta la circulación y que le pego en el costado (todo leve). Ya yo hasta la madre de mis peripecias que agarro el bastón, acá bien rambo, y ya estaba de lo mas decidido a blandir el bastón a diestra y siniestra, repartiendo chipotes chillones, pero que se me raja el culero ese. Para eso me gustaba el putito ese. Ahora agradezco su prudencia hacia mi persona. Que bueno que esta ciudad esta llena de conductores de transporte público tan prudentes. Hay que ser honestos, con todo y bastón que le hubiera durado, a un hombre curtido por la gente que se sube a su unidad y el duro asfalto.
Para eso ya venia yo por la condecci, bajando mi enojo, y que de repente se mata esa pinche chingadera de hoja de lata (la cual adoro). En pleno Nuevo León, yo confiado en que mi querida lata no me iba a abandonar, ni me moleste en retirarla del flujo vehicular, para arrancarla, pero la madre esa se rehusó. La tuve que orillar y esperar a que la bataka cogiera fuerzas, pero estas nunca le llegaron.
Harto de esperar a que le llegaran las juerzas a mi querido armatoste, empecé a parar taxis, a ver si un buen hombre por una modesta módica estaba dispuesto a darme un poco de electrones. De los casi 40 taxis que pare (ha como hay taxis en la condecci), dos traían cables pero no podían pasar corriente. Tonz pa que chingada madre del niño de atocha, traen sus cables, se han de dar toques en los tantees, pa no dormirse los cabrones. Los otros no traían cables o los negaban, como si traer cables fuera un delito. Hasta que llegó el buen hombre mandado por su esposa (por no decir que yahvé). Que ya me cedió una considerable cantidad de caiones libres.
Pero yo ya seguro que todo iba ir sobre ruedas. Pues no, tuve que aprender de chingadazo a manejar una pinche ICHI VAN con un pie que no podía quitar del acelerador y con el izquierdo manejar clutch y freno, según lo demandara la ocasión. Eso no lo tengo muy practicado. Ya a dos sinuosas cuadras de la agencia repartidora de chamba. Que se mata, de irremediablemente, se murió eso como miembro de anciano.
A esperar que mi amable carnal fuera a la Comer por unas chelas, y también unos cables pa pasar corriente, y que le diera unos electrochoques a la bataka pa que ésta reviviera.
Este es un resumen de mi día, día que jehová disfrutó planeando pa mi. Que compartió con toda su corte celestial, a los cuales les ha de seguir doliendo la barriga de tanto reírse de mis circunstancias.
En días como este, hay que levantarse lo más tarde posible y dormirse lo más temprano que uno pueda. Por eso hasta me da miedo el pensar que me habría pasado si hubiese llegado a mi clase de siete. ¿Qué unos radicales guatemaltecos hubieran tomado la facultad de ingeniería y me tendían como su esclavo en alguna cocina china y esclavo sexual de noche?
Pero algo aprendí hoy, en Azcapotzalco, hay topes aéreos. Para muestra un botón. Les pido una disculpa pero tomar fotos mientras manejo todavía no se me da.
Besos